La suelta de perdices criadas en granja es una práctica de gestión muy extendida en los cotos de caza menor de la Península Ibérica. El fin de ésta medida es incrementar las poblaciones de perdiz para poder mantener la actividad cinegética en zonas donde las poblaciones naturales han declinado. Sin embargo, con frecuencia estas sueltas no consiguen los objetivos deseados, y además pueden tener efectos negativos sobre las poblaciones de perdices silvestres, según un estudio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC).
En este estudio se ha hecho una revisión temporal y espacial sobre los permisos oficiales de suelta de perdiz en los cotos de caza de la provincia de Ciudad Real entre los años 2006 y 2012. Los resultados han revelado que durante esos años se soltó anualmente una media de 800.000 perdices en esta provincia. En los últimos años del estudio el número de perdices soltadas disminuyó, posiblemente debido a que la crisis económica que sufre España que también afecta al sector cinegético, pero este declive se observó sobre todo en cotos no intensivos (en los intensivos se mantenía el nivel de suelta).
La mayoría de sueltas se realizaron en el sureste de la provincia, donde históricamente se localizaban las mejores poblaciones de perdiz silvestre. Por último, este estudio muestra que la mayoría de perdices que se sueltan en Ciudad Real provienen de solo cuatro granjas situadas en el norte de España. El estudio concluye que las cifras oficiales a nivel nacional sobre la cantidad de sueltas a son probablemente muy infravaloradas. Debido a las implicaciones que está actividad tiene en la fauna silvestre, esta medida de gestión debería ser mejor regulada y controlada en España.
Fuente: Naturahoy.com