Antecedentes
Para dar de
beber a las diversas especies cinegéticas, principalmente a las perdices, son
diversos los sistemas empleados. En algunos cotos se construyen balsas, más o
menos impermeabilizadas, que hay que alimentar periódicamente con cisterna de
gran capacidad. Este método es el que más se asemeja a una forma natural y
colocado estratégicamente aprovecha la recogida de agua de lluvia, pero
indudablemente tiene muchas pérdidas de agua por evaporación y filtraciones
siendo el más laborioso, caro de construcción y mantenimiento. Tiene la ventaja
de un empleo mixto para caza y ganado.
Otro método
muy empleado es el conjunto formado por un bidón o recipiente de gran capacidad
-entre 50 y 200 litros- que alimenta una pila o abrevadero cuyo nivel es
regulado por una boya. Se suele cercar para que sólo lo utilicen los animales
pequeños y evitar que los grandes lo deterioren o lo vuelquen. Tiene como
ventaja la gran capacidad, los
inconvenientes del tamaño para su transporte y colocación, además de los
problemas que ocasionan las averías de la boya, que provocan el desbordamiento
de la pila con el consiguiente vaciado del bidón, o la obturación con el secado
del abrevadero.
El sistema que
propongo es manejable, puesto que en
el maletero de un utilitario se pueden llevar 6 o más bebederos llenos que
luego, en terreno accidentado, transportarlos a pie algunos metros hasta el
lugar elegido. Es barato. Fiable, no tiene averías al carecer de
elementos mecánicos de regulación por boya. Es de escaso mantenimiento y alto
rendimiento, lo que compensa su pequeña capacidad.
En mayo de
1997, de forma experimental, se colocaron en un coto de Navarra los 14 primeros
bebederos de este tipo y, vistos los buenos resultados, en abril de 1998 se
instalaron 42. Durante 12 años se mantuvieron y cuidaron debidamente en el mes de octubre se recogían, revisaban y
almacenaban hasta el mes de marzo que se volvían a instalar en los mismos
emplazamientos. Esta labor fue ejecutada unos años por los miembros de la junta directiva, otras
por el guarda y otras se subcontrató a personal interesado. Se observó que los
conejos bebían asiduamente, así como perdices, abejas, pajarillos etc.
Material necesario
- Plato macetero de plástico.
- Bidón o garrafa de plástico tipo “apilable”.
- Se pueden adquirir en ferreterías o recuperar de otros usos lavados convenientemente.
Se encuentran
en el mercado platos maceteros cuyo fondo tiene 31 cm . de diámetro, su
altura 7 cm . y su precio menos de 3
€.
El bidón de plástico del tipo
apilable se caracteriza por tener en su cara superior una parte hundida donde
se ubica el tapón, que de esta manera no sobresale del bidón (ver dibujo), lo
que permite apilarlos unos encima de otros y, en nuestro caso, ponerlos
invertidos de manera estable. Las dimensiones, 35 cm . de altura y las partes
superior e inferior son un rectángulo de 28 x 25 cm . (que no pasen de los 31 cm . del fondo del plato)
Con aproximadamente estas dimensiones la capacidad oscila entre los 20 y 25 litros . El precio en
el mercado ronda los 6 €.
Construcción
Con una broca
de 10 o 12 mm .
Se perforan dos orificios en la parte hundida del bidón, uno a cada lado del
asa. Esta labor la podemos hacer previamente o, con un taladro de batería, en
el lugar de colocación a donde hemos llevado el bidón lleno de agua.
En el lugar elegido
para su colocación en el campo, preferiblemente a la sombra, rebajaremos un
poco el terreno para instalar el plato y sobre él colocaremos el bidón en
posición invertida. El agua fluirá entonces hasta alcanzar un nivel de 4 cm . en el plato.
Se aconseja rellenar las partes
libres del plato, con alguna piedra para que el agua expuesta a evaporación sea
mínima.
Buscaremos
alguna piedra grande que colocar encima del bidón para que no lo desplace el
viento en el caso que se vacíe y también puede ser conveniente, aunque no
necesario, calzar con una o dos piedras pequeñas o piezas fabricadas
previamente la descompensación que provoca el asa del bidón al sobresalir unos
milímetros.
Mantenimiento
En pleno
verano los bebederos más utilizados por especies cinegéticas tuvieron un gasto entre
12 y 15 litros
al mes, lo que nos da una autonomía mínima de casi dos meses, pero conviene
revisarlos una vez al mes y tratarlos con algún producto anti- algas. Conviene
ponerlos a la sombra y si procede protegerlos con mallazo de especies como el
jabalí.