14 ago 2012

Comederos y bebederos, elementos fundamentales de gestiòn

Eloy Coello Luis
Presidente de la Sociedad de Cazadores La Laurisilva
Vocal de la Asociación Canaria de Entidades de Caza (ACEC) 

Muchos detractores tienen los elementos artificiales de gestión como son los comederos y bebederos. Pero más artificiales son las sueltas de especies para poder cazar y ahí están. Punto, el de las sueltas, al que se llega por una degradación generalizada del hábitat además de por otras cuestiones como es la falta de vigilancia o el control de predadores. Otras herramientas de gestión imprescindibles para los terrenos con aprovechamiento cinegético.



El caso es que incluso cuando se realizan repoblaciones, los bebederos y comederos son necesarios para que los animales liberados se adapten al nuevo medio en las mejores condiciones posibles. De esa forma, se pueden aumentar las tasas de supervivencia que en el mejor de los casos no llegan al 30% dentro del primer mes cuando los factores que hicieron necesaria la repoblación no son corregidos previamente. Es muy probable que la falta de disponibilidad de agua y  comida figurarán entre los motivos.



Por descontado, comederos y bebederos, en años de fuerte sequía mantienen al menos las poblaciones estables. Si además hacemos otro tipos de actuaciones, puede ser que esa temporada de caza pasemos de tener que dejar de cazar por un fuerte estrés hídrico a disfrutar de unas pocas jornadas de forma sostenible. Indudablemente, lo natural como las fuentes, nacientes, natares, siembras, pastos y la deseada lluvia siempre tan necesaría por estos sures; es lo mejor que les puede pasar a las especies cinegéticas y a los cazadores. Pero es que, cada vez los ciclos de precipitaciones son más cortos y los de sequía más amplios según los estudios del clima. 

Los detractores  podrán decir que en las inmediaciones de los bebederos y comederos se ocasiona una gran concentración de animales y por ello se originan abundantes bajas entre perdices, conejos, tórtolas o palomas por predación. Peor es cuando no tienen nada que comer agulillas, halcones o cernícalos. Patrimonio natural de todos que hacen la función selectiva sobre el más débil y menos preparado. 

La primavera es impredecible, pero lo que se puede asegurar en latitudes como la nuestra, es la escasez de agua en el campo y la dureza de un clima eminentemente cálido los meses de verano. Por ello el gestor de un terreno cinegético debe comenzar a realizar una serie de actuaciones que sean beneficiosas para las especies que pueblan su terreno, corrigiendo las carencias que se encontrarán en un futuro próximo.


Los comederos y bebederos, en ningún caso, deben convertirse en una herramienta de gestión única para que la fauna silvestre tenga acceso a alimento y agua. En todo caso, en el corto plazo resultan altamente eficaces sobre todo cuando se acude a las repoblaciones. Sin embargo, en el largo plazo, es mucho más sostenible la restauración de fuentes y aljibes , la creación de pequeñas balsas que recojan las escorrentias o la recuperación de terrenos abandonados mediante siembras de gramíneas o leguminosas. Ambas actuaciones, artificiales y naturales, son totalmente compatibles y deben de realizarse de forma paralela en el tiempo. Por ejemplo, una limpieza arbustiva o de vegetales exóticos invasores dejará entrar la luz dentro de lo que era una maraña hasta el momento. Pudiendose conseguir tras la primeras lluvias un pasto más que aceptable para una familia de conejos cercana y un inmejorable cortafuegos.


COMEDEROS Y BEBEDEROS: ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE GESTIÓN.
 
Hay una idea importante a transmitir y es un hecho irrefutable: los terrenos que son gestionados; en los que hay comederos y bebederos (con comida y agua, no vacíos y abandonados), en los que se realiza un buen control de depredadores y frecuentes controles sanitarios de la fauna cinegética, en los que hay una persona efectiva encargada de realizar estos trabajos y de llevar el mantenimiento y control de las mejoras de hábitat con cierta periodicidad; son terrenos que normalmente cuentan con poblaciones de especies cinegéticas abundantes y en los que consecuentemente existe una biodiversidad importante.



Actualmente sin gestión es muy difícil tener caza y menos aun perdices.
De las medidas fundamentales a adoptar en toda buena gestión es el de crear una amplia y continua red de núcleos de gestión compuestos básicamente por un bebedero, comedero y un refugio. Todo ello, cuando se necesite por supuesto. Estos serán puntos de visita obligada para la fauna en general y bien ubicados conseguiremos evitar los grandes desplazamientos de nuestra fauna sobre todo en sus primeras semanas de vida, lo cual constituye una importante causa de mortandad propiciada por golpes de calor, atropellos, depredadores, inanición  y un sinfín de peligros naturales e inducidos por el hombre. 

                           
 En el plano topográfico marcaremos los límites de la zona a gestionar y señalaremos todos los puntos de agua existentes tales como charcas, arroyos, fuentes y manantiales, datos que ya vienen señalados en el mismo. Una vez aquí, determinaremos cuales son las zonas de sequedad.

Es aquí donde prestaremos especial atención a la colocación de nuestros puntos de agua y comida artificiales.Teniendo conocimiento del terreno, podremos ubicar los módulos de alimentación con el mayor acierto. Un conejo, difícilmente se desplazará de su morada 500 metros en busca de agua o comida. No así, la perdiz en el que su área de campeo es muy superior. Por otra parte, no resulta interesante introducirlos más allá de los 10 metros de los bordes o márgenes de maleza con pastos, eriales o siembras (ecotono) donde los animales se sientan encerrados e indefensos ante predadores cuando se alimentan o beben. De la misma forma, si los depósitos los tenemos al alcance del vehículo será fácil su mantenimiento y en un breve espacio de tiempo, una mañana, seremos capaces de reponer doce, catorce pares o más de estos elementos. Entonces es patente que nunca los dispersaremos entre largos recorridos salpicando una gran zona con ellos, si no que desde un punto inicial iremos creciendo en mancha de aceite ampliando paulatinamente el perímetro. Lo que hará más sostenible nuestra acción de mejora y sin duda, acrecentaran las relaciones sociales intraespecíficas tan necesarias para el aumento de las densidades poblacionales.


El objetivo a conseguir es el de crear una amplia y continua red de puntos de agua evitando así los grandes desplazamientos de fauna sobre todo en sus primeras semanas de vida lo cual es una importante causa de mortandad. Tenemos que saber que los perdigones durante sus primeros  3 a 5 días de vida  casi no comen sino solo beben, de hay la importancia de obtener agua y su facilidad de acceso. Las conejas, dejan de criar en el momento que los pastos se secan. Teniendo agua cercana pueden seguir produciendo leche con la que amamantar a su prole. Incluso, para un conejo afectado por mixomatosis que se deshidrata por diarrea puede venirle bien un trago de agua en un momento tan crítico. 

Hermeticidad del depósito.- Garantizando así la prolongación, en el tiempo, del tratamiento sanitario y la exclusión de agua y materia orgánica procedente del exterior. Los de capacidad superior a 60 litros hacen necesaria la disposición de cubas para su relleno y los de menor volumen visitas más contínuas. Aunque la necesidad inicial de elección dependerá del número de animales potencialmente usuarios. Es importante la instalación a la sombra para evitar recalentamientos por la acción continua del sol.

 Higiene.- Facilidad en el mantenimiento y desinfección, evitando la creación de algas y la presencia de materia orgánica material. El bebedero, no el deposito, deberá recibir los rayos matutinos del sol manteniendo de esta manera el agua en buenas condiciones.

Altura de los comederos.-  Los comederos quedarán a una altura de una cuarta, es decir ,entre los 20 y 30 centímetros del suelo. Ello evita las humedades en caso de lluvia sobre el grano, la acción de las hormigas y el consumo de ratones. Como soporte se pueden utilizar ramas de árboles, peanas o trípodes. La capacidad de los comederos no debe ser superior a los 30 kilos. Se trata de dar una ayuda al campo, no de crear una dependencia.

Impacto visual. Aunque a veces tengamos que contradecir los criterios en materia de impacto visual en la naturaleza, el bebedero  a  pesar de parecer impactante en el entorno natural, una vez instalado y semienterrado en la tierra reduce dicho impacto.

Consolidando el impacto positivo que estos elementos artificiales ofrecen a la naturaleza, deben ser del todo mimetizados con el entorno y con la capacidad justa y relativa a los medios técnicos y humanos necesarios para su mantenimiento. Existen depósitos de color azul, blancos y otros colores que de instalarse deben ser mimetizados y camuflados entre la vegetación.  La Profundidad del bebedero debe ser  apta para los pollos.


Bienvenidos al Aula Virtual de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza que se hace con las aportaciones y experiencias de cazadores, juntas directivas, técnicos y guardas de todas las Comunidades Autónomas de España.